Anoche, mientras la mayor parte del pueblo venezolano y toda la comunidad Internacional miraba hacia otro lado, falleció Franklin Brito, productor agropecuario, al que de buenas a primeras, el Primer Mandatario Venezolano Hugo Rafael Chávez Frías , le expropió sus tierras todas productivas, de manera autoritaria y sin reconocer su derecho a su propiedad privada, ni mucho menos su derecho
La historia de Brito no se puede resumir en pocas líneas, pero podría hacer una aproximación a lo que fue este caso que le llevó a la Muerte: Este productor agropecuario tenía su establecimiento en Iguaraya, de unas 290 hectáreas en la sudoriental Guayana, cercano a Ciudad Bolívar y a unos 500 kilómetros de Caracas. Según su versión, el problema comenzó cuando en 2000 se manifestó contrario al proyecto de un alcalde de la zona para fumigar plantaciones de un tubérculo llamado Ñame (Dioscórea). Brito habría propuesto sembrar variedades del tubérculo más resistentes a plagas, y el financiamiento del proyecto de la alcaldía se desmoronó. El productor agropecuario y su esposa, Elena Rodríguez, fueron despedidos de las escuelas públicas donde eran docentes. Y comenzó así su persecución, entregando sus tierras por medio de un “formato” llamado “carta agraria” que en la Ley de Tierras del Gobierno de Chávez, La carta agraria es una figura del “decreto” (Presidencial)-ley de tierras mediante la cual las familias campesinas son autorizadas a ocupar y cultivar predios cuya propiedad sigue siendo estatal y es administrada por el Instituto Nacional de Tierras (INTI).
Desde entonces comenzó la lucha pacífica como ninguna antes vista en nuestro país, y con una Huelga de Hambre , acostado al frente de la Sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde donde la Fiscalía General de la República, también controlada por el Chávez, determinó que el Sr. Brito no estaba en sus facultades mentales, por lo que le trasladaron al Hospital Militar, donde Franklin, de 1,90 mts de altura murió pesando cerca de 30 kilos,
Una Pena de Muerte.
No tengo palabras para expresar el dolor que siento al ver como en nuestras caras vuelve a morir una persona por exigir nuestros derechos fundamentales, el profesor Franklin Brito, productor agropecuario y docente, cometió el “delito” de querer seguir produciendo en sus tierras, de querer seguir siendo productor en un país donde entre el 70 y el 80 % de los alimentos son es importados.
Franklin cometió el grave delito de exigir la democracia que pone la constitución y las Leyes, por exigir la Libertad de los seres humanos que ningún Gobierno Totalitario puede apagar, también cometió el Grave delito de ser pacifista y hacer un ayuno en búsqueda de una reivindicación que le pertenecía, cometió también el peor de los delitos en una Tiranía: Pensar diferente!, y expresarlo… Todos estos delitos están penados con la pena máxima: La Muerte.
Y seguimos sin estar a la altura, nuestro carácter se ha vuelto tan "poco" democrático, que no nos importa como país que este hombre ha muerto, no nos importa mientras cada uno tenga su trozo, hasta que no hayan más trozos, y el Pastel sea retirado de la mesa, seguimos como individuos catatónicos en una caricatura permanente, es que si pensáramos como demócratas, debería preocuparnos la vida humana! la Importancia del Derecho Fundamental a la Vida, y no quedarnos como en "trance" mientras mueren alrededor casi 20.000 personas a manos de la delincuencia y anoche murió Franklin Brito, en otro país cuando un activista muere en huelga de Hambre se arma la de Dios!, la gente va a las calles, sean de un bando o de otro, se ha vulnerado un punto en el que deberíamos estar todos en el mismo bando: LA VIDA.
En nuestra nueva definición cultural lamentablemente es hora de incluir dos palabras: Indolencia e Indiferencia, la misma que hemos tenido con Brito, las tenemos con los casi 20.000 muertos en manos de la delincuencia cada año, con los exiliados y desplazados que no les reconocemos su importante labor, con los presos y perseguidos políticos.
Descansa en Paz Franklin, el próximo 26 de septiembre tendremos una oportunidad, de votar por un Parlamento Democrático, reconozco que ni los venezolanos ni nuestros dirigentes opositores están a la altura de tu sacrificio, pero ten la seguridad de que tu muerte no será en vano.
Descanza en Paz, ya nos encargaremos de que tu nombre pase a la historia, como símbolo del cultivo a la tierra, de la paz, de la Libertad y de la Democracia.
Pongo aquí tu video, para que tú mismo expreses una vez más lo que pensabas.
Hasta la otra…
Hacia la Transición democrática y la Reconciliación Nacional.
Jesús Martínez Marín.
